Una mujer y un policía, intoxicados en en un incendio en un garaje de La Pola de Siero

Dos efectivos de bomberos entrando ayer al garaje siniestrado de Pola de Siero.

El incendio de una moto estacionada en un garaje de la calle Langreo, de Pola de Siero, se saldó ayer con una vecina y un agente de la Policía Local intoxicados por inhalación de humo, aunque no precisaron de hospitalización. Sin embargo, el siniestro pudo tener fatales consecuencias para las tres personas que se vieron implicadas.

Los hechos se produjeron pasadas las doce del mediodía en este garaje de la urbanización Siero-Este. Según explicó a este diario Yolanda Suárez, hija de la mujer intoxicada, ella se encontraba en casa cuando recibió una llamada de su madre, que estaba en la calle paseando el perro. «Me dijo que bajara a por él, que iba a ir hasta el garaje», comentó. Ya sabía que se había declarado el incendio y quiso tratar de salvar una moto de las llamas, propiedad de su hija.

Mientras tanto, la Policía Local había llegado ya al lugar y estaba procediendo a desalojar a los vecinos de las cinco plantas del número 2 de la calle. Cuando Yolanda Suárez bajó a la calle, ya no vio a su madre, que le acababa de dejar el perro a unos vecinos, pero sin explicarles a dónde se dirigía. Entonces escuchó a un agente decir que había una persona dentro del garaje. «Ye mi madre», alertó ella y, sin pensárselo dos veces, la joven y un agente de la Policía accedieron al aparcamiento por el portal del piso.

Cuando llegaron al lugar, el humo había invadido toda la planta. «No se veía nada», recuerda Suárez. Gracias a la linterna que portaba el agente y llamándola a gritos, lograron localizarla: estaba ya tendida en el suelo, con dificultades para respirar y sin poder moverse. Entre el funcionario y la hija la desplazaron al exterior.

«Salieron atascados y negros», comentaba un testigo presencial. El más damnificado fue el agente, quien recibió oxígeno en una ambulancia y se le recomendó reposo. La mujer precisó también de asistencia médica, pero fue dada de alta. Y la hija fue la única que no tuvo ninguna secuela de su acción valerosa.

En el siniestro intervinieron dos dotaciones de Bomberos de Asturias con base en La Morgal y San Martín del Rey Aurelio y el jefe de zona, quien explicó que había mucho humo acumulado en la planta afectada, por lo que se prolongaron las tareas de ventilación.

El Comercio.es

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